El catedrático de Psicología Social Tasio Ovejero, autor de varios libros entre otros de las colectivizaciones libertarias durante 1936, charló ayer en el local Cambalache de Oviedo, sobre «Kropotkin, una herramienta contra la hegemonía neoliberal». El profesor palentino, muy vinculado a Asturias por la larga etapa que permaneció en la Universidad de Oviedo, es el quinto ponente que acudió al ciclo que sobre el centenario del anarquista ruso ha organizado desde enero a junio el grupo anarquista Higinio Carrocera. La charla se retransmitió también por streaming y hubo oyentes tanto en España como en otros países del mundo y ha sido grabada por Radio QK para poder conservar y difundir el audio.

Recogemos a continuación algunas de las ideas que expresó ayer el profesor:

Empezó Ovejero lamentándose de lo poco que se ha escrito de Kropotkin, en comparación con lo mucho que se ha escrito sobre el neoliberalismo, cuando sus escritos «son una potentes herramientas actuales para evitar que la humanidad sucumba con el neoliberalismo».

«La especie humana no sobrevive porque sea más fuerte que otras, ni la más veloz, ni siquiera por la inteligencia. Al nacer somos el animal más indefenso de todos, pero hemos sobrevivido gracias a nuestra capacidad de cooperación y solidaridad».

«Se han encontrado fósiles prehistóricos de restos de personas con taras e imposibilitados que pudieron sobrevivir durante 30 años en su grupo. Eso demuestra que desde los orígenes del ser humano ha habido solidaridad».

«Antes del capitalismo éramos más cooperativos y solidarios que ahora. El Estado y posteriormente el capitalismo han ido reduciendo ese apoyo mutuo porque les perjudica. Los más ricos han conseguido que la mayor parte de la gente haya internalizado su ideología. Tenemos un ejemplo reciente en las elecciones a la comunidad de Madrid. Las características de ese individualismo son el egoísmo, la competitividad, el fatalismo y el darwinismo social. Son valores que se oponen a la cooperación y al apoyo mutuo.»

«Kropotkin lo explicó muy bien y siempre fueron juntas sus facetas científica y anarquista. El apoyo mutuo es hoy más necesario que cuando lo escribió hace cien años».

«El Estado fue reduciendo esas maneras que teníamos de cooperar, y hoy las personas son competitivas porque el Estado y el capitalismo les han hecho así, de ahí el éxito de Darwin, aunque nunca fue demostrada la base de la selección natural de los más aptos porque es una tautología».

«Según Kropotkin el medio social influye en la evolución. Defiende los principios evolutivos de Lamarck, adelantado a Darwin que esbozó que los principios evolutivos estaban influenciados por el medio social, si bien entiende Kropotkin que el apoyo mutuo no contradice al darwinismo. Claro que el lamarkismo lleva al socialismo y el darwinismo al nazismo y a la eugenesia.»

«Para Kropotkin los más aptos no son los más fuertes sino los que saben unirse y cooperar mejor para vivir. El darwinismo social se creó como una ideología para justificar «científicamente» las injusticias sociales. Solo las sociedades cooperativas han sobrevivido y la crítica de Kropotkin no es hacia Darwin sino hacia los darwinistas que se han olvidado de eso. Por tanto los más aptos son los que más cooperan, los que cazan juntos, los que pescan juntos, los que cultivan los campos juntos».

«Tras la Edad Media se fueron destruyendo las instituciones de cooperación, a medida que iba surgiendo el capitalismo. El neoliberalismo es la última fase de ese proceso, en donde hay una absorbción por el Estado de todas las funciones sociales, lo que lleva al individualismo, eliminando los deberes hacia los otros. (obsérvese la actualidad de estas palabras, escritas en 1902), El resultado es el triunfo de que cada uno puede y debe procurarse su propia felicidad, que es la religión de nuestros tiempos. Los que dicen lo contrario son «utopistas peligrosos».»

«Sin embargo, la inclinación del ser humano al apoyo mutuo está muy arraigada en la humanidad que siempre sale a flote en determinadas circunstancias.»

«Estas ideas cooperativas están refrendadas hoy por la ciencia. Ahí tenemos a Elinor Ostrom, premio Nobel que vio vestigios de la comunalidad en muchos pueblos o Tomasello y la investigación sobre las neuronas espejo, que reproduce una vieja idea de Kropotkin y es que la cooperación tiene una base biológica y genética».

«Ello no quiere decir que la competencia no exista en el ser humano, pero es más importante el apoyo mutuo, la competencia no es una regla general».

«Para Kropotkin las concepciones morales y éticas provienen también del apoyo mutuo y la cooperación, tienen una base biológica».

«El éxito del neoliberalismo es haber conseguido que los ciudadanos y ciudadanas hagan suya su ideología. Por eso hay que cambiar la sociedad, pero para ello hay que cambiar al sujeto neoliberal por el sujeto libertario. El primer paso es recuperar la cooperación y el apoyo mutuo para que la sociedad vuela a ser lo que fue.»